jueves, 15 de marzo de 2012

De dignidad y otros asuntos varios.


Últimamente, no paro de oír continuamente en los medios de comunicación, que muchos jóvenes estarían contentos con trabajar por cuatrocientos euros al mes. Me gustaría saber cuánto de verdad hay en estas palabras. Sinceramente, dudo bastante que una persona que ha estado bastantes años en la universidad, trabaje a cualquier precio dejando que le mangoneen, si se me permite la expresión. Entiendo que las cosas estén muy difíciles en este momento, y que lo que queremos es trabajar, pero no entiendo que rebajemos nuestra dignidad hasta límites, me atrevería a decir que incluso peligrosos.
Somos personas inteligentes, dueñas de nuestro destino, que luchamos por nuestros ideales y nuestros sueños. Queremos trabajar, sí, pero por lo menos yo no querría hacerlo de cualquier manera y por cualquier precio. Nuestro esfuerzo, nuestro mérito, tienen un precio, y de nuestra dignidad como estudiantes y futuros trabajadores ya no me atrevo a decir nada, porque simplemente no tiene precio. ¿De verdad vamos a aceptar cualquier precio? ¿Vamos a tirar como si nada todo el esfuerzo de nuestros antecesores? .
Muchos pensaréis, que con la dignidad y el mérito no se come, es cierto. Pero las personas que antes que nosotros estuvieron en época de crisis, e incluso sin crisis, hay muchos capítulos en la historia que ejemplifican esto que estoy diciendo, eran sumisos ante la gente ‘poderosa’ y tenían que conformarse con cualquier cosa y tampoco comían.
Por eso me indigna tanto cuando oigo a la gente desprestigiar de una manera tan ‘fácil’ a grupos como los sindicatos, que llevan siglos apoyando al trabajador. Porque cuando hablamos de sindicato, sólo nos fijamos en el líder sindicalista, sin pensar en la cantidad de personas que hay detrás haciendo la verdadera labor del sindicato. Porque el líder sindicalista, al fin y al cabo ¿qué es? Una imagen. Pero tampoco podemos fiarnos de lo primero que digan los medios de comunicación y creerlo a raja tabla, como se dice coloquialmente. Es necesario contrastar la información, porque hablar sin conocimiento es la más baja de las ignorancias. Es necesario informarse bien de un tema del que se quiere hablar, no utilizar la ‘palabrería fácil’ de la que muchos se sirven y desprestigian algo de esa manera.
Lo más desmoralizador es pensar, que después de haber pasado tantos años estudiando, dedicando nuestro tiempo y nuestro esfuerzo, vamos a cobrar cuatrocientos euros por trabajar diez horas. Eso es indignante y me parece una vergüenza.
Si este es el futuro que nos espera, que el último que salga de España apague la luz. 

2 comentarios:

  1. ^^
    En serio chiquilla, al periódico YA!
    Tus textos son mejores que muchas de las columnas en las que se alimenta la demagogia..

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  2. Ya lo he intentado varias veces Daeron, pero parece ser que hacen oídos sordos a lo que no les interesa ^^. Pero bueno, me contento con las personas que me leéis aquí. Una vez más, gracias. :)

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