Relato de un accidente desde el punto de vista del testigo
Estoy en el coche, voy conduciendo tranquilamente, entretanto escucho una canción que ponían en ese momento en la radio. Me detengo en un dispensador de gasolina a repostar.
De repente, oigo un ruido ensordecedor, venía del cielo. Miro hacia arriba y veo un avión. Volaba muy cerca del suelo, parecía que iba a aterrizar. Tras unos minutos observándolo...
- ¡SE VA A ESTRELLAR! - grito desesperada, pero no había nadie que pudiera oírme.
De repente a lo lejos veo un coche acercarse, le hago señas con ambos brazos para pararle.
En él iba un matrimonio, que dirigió la mirada hacia el lugar del accidente, del que brotaba un gran manto de humo denso que se extendía hacia el cielo en todas direcciones.
Se bajaron del coche, era incapaz de articular ninguna palabra.
- ¡Un accidente! - consigo decir- ¡un accidente aéreo!
El hombre saca su móvil del bolsillo izquierdo de su camisa y llama por teléfono a emergencias.
Tras varios minutos llegan ambulancias y varios camiones de bomberos.
Nos acercamos con precaución al lugar donde yacía el aparato accidentado. El humo impedía ver con claridad. Me acerqué un poco más hasta quedarme junto a una ambulancia.
Era aterrador, un montón de cadáveres desperdigados en torno a lo que quedaba del avión, que no era mucho. Personas carbonizadas... era horrible. Me eché a llorar, no pude evitarlo.
Cuando se me pasó un poco, observé a mi alrededor y creí ver algo que se movía en el suelo...
¡era una mujer! ¡estaba viva!. Me acerqué corriendo a ella y vi cómo su pierna estaba atrapada entre unos amasijos de hierros procedentes del avión. La herida que tenía sangraba bastante, así que avisé rápidamente a un hombre de los que habían salido de la ambulancia.
Llegó con su maletín y observó a la superviviente, que hablaba en otro idioma, pero no hacía falta hablar en su misma lengua para saber que estaba muy asustada.
El hombre le practicó los primeros auxilios, avisó a otros compañeros, y entre todos la montaron en una camilla de la unidad. Cerraron las puertas y se la llevaron rumbo al hospital.